Información de: Florentino QUIROZ CORTES
Redacción: La Voz de Chalcatongo.
* Con un grito unisono salido de las gargantas de mas de 50 infantes, al pie de su tumba, SEMILLITAS fue despedido con un ¡MAESTRO, NUNCA TE OLVIDAREMOS!
*Y con voz entrecortada, padres de familia solo alcanzaban a decir: "porque la gente buena, tiene que morir"
Chalcatongo de Hidalgo. Oaxaca. Septiembre 30 de 2013.- Un
día, sin importar por el momento la fecha y la hora, un joven llegó a
Chalcatongo de Hidalgo, con un sueño, un proyecto, una ilusión, una meta.
Compartir sus conocimientos y expandir los mismos a la niñez de esta región de
la Mixteca oaxaqueña.
Sin conocer a nadie, pero con la voluntad férrea de llevar a
los niños su granito de arena como profesor comunitario, ese joven caminó por
las calles de Chalcatongo, tocó puertas, y encontró la respuesta, un local y
sus deseos enormes de enseñar dieron paso a la creación del CLUB “SEMILLITAS” bajo
el lema de “UNIÓN Y CRECIMIENTO CONTINUOS”
La humildad y gran carisma de este joven, no oriundo de
Chalcatongo, comenzó a dar frutos y los niños comenzaron a llegar al Club “Semillitas”
donde fueron, paso a paso, aprendiendo a leer y escribir, a conocer el arte de
la música, la pintura, el dibujo, la expresión corporal, los buenos modales.
SEMILLITAS se fue convirtiendo en el centro del saber
infantil, ante la emotiva emoción diaria de un joven que llegó para entregar
sus conocimientos a la niñez chalcatonguense.
Los padres de familia fueron viendo y comprobando las
virtudes educativas de este joven fueron testigos del progreso educativo de sus
pequeños hijos y fue así como este joven se fue metiendo en los corazones de
las familias chalcatonguenses.