lunes, 30 de septiembre de 2013

“SEMILLITAS” se fue para siempre, pero su legado y recuerdo permanecerá en Chalcatongo de Hidalgo.

Información de: Florentino QUIROZ CORTES
Redacción: La Voz de Chalcatongo.

* Con un grito unisono salido de las gargantas de mas de 50 infantes, al pie de su tumba, SEMILLITAS fue despedido con un ¡MAESTRO, NUNCA TE OLVIDAREMOS!

*Y con voz entrecortada, padres de familia solo alcanzaban a decir: "porque la gente buena, tiene que morir"

Chalcatongo de Hidalgo. Oaxaca. Septiembre 30 de 2013.- Un día, sin importar por el momento la fecha y la hora, un joven llegó a Chalcatongo de Hidalgo, con un sueño, un proyecto, una ilusión, una meta. Compartir sus conocimientos y expandir los mismos a la niñez de esta región de la Mixteca oaxaqueña.

Sin conocer a nadie, pero con la voluntad férrea de llevar a los niños su granito de arena como profesor comunitario, ese joven caminó por las calles de Chalcatongo, tocó puertas, y encontró la respuesta, un local y sus deseos enormes de enseñar dieron paso a la creación del CLUB “SEMILLITAS” bajo el lema de “UNIÓN Y CRECIMIENTO CONTINUOS”

La humildad y gran carisma de este joven, no oriundo de Chalcatongo, comenzó a dar frutos y los niños comenzaron a llegar al Club “Semillitas” donde fueron, paso a paso, aprendiendo a leer y escribir, a conocer el arte de la música, la pintura, el dibujo, la expresión corporal, los buenos modales.

SEMILLITAS se fue convirtiendo en el centro del saber infantil, ante la emotiva emoción diaria de un joven que llegó para entregar sus conocimientos a la niñez chalcatonguense.

Los padres de familia fueron viendo y comprobando las virtudes educativas de este joven fueron testigos del progreso educativo de sus pequeños hijos y fue así como este joven se fue metiendo en los corazones de las familias chalcatonguenses.

Pero un día del mes de Septiembre de 2013, la semilla mayor del Club SEMILLITAS, ya no despertó, prosiguió su sueño nocturno hacia el sueño eterno, llevándose el cariño de sus más de 50 alumnos quienes junto con sus padres, al enterarse de la noticia, derramaron sus lágrimas y elevaron sus plegarias para el que un día y durante un buen tiempo fue EL MAESTRO SEMILLITAS.

La muerte abrazo repentinamente a este joven que a sus 25 años de edad, era un ejemplo a seguir en Chalcatongo de Hidalgo. Oaxaca.

ARTURO BAZAN dejó un legado imborrable en la niñez chalcatonguense, dejó un tesoro del saber en las mentes de esos más de 50 pequeños que le acompañaron en el salón de clases, y ahora, hace unos días, le acompañaron en el ULTIMO ADIOS AL MAESTRO CON CARIÑO.

Nadie sabe que pasó, como pasó o porque pasó, lo único que saben es que SEMILLITAS se fue para siempre, pero su legado de conocimientos permanecerá, igualmente, para siempre, en la niñez de Chalcatongo de Hidalgo.


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